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Artes y Letras

Santiago Chile

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Elena Irarrázabal Sánchez
Diario El Mercurio

2022

PRIME / Una generación emergente y global

Recién lanzado en Nueva York, el libro “Prime” (Phaidon) selecciona a 107 artistas de todo el mundo, nacidos entre 1980 y 1995. La interesante selección incluye a tres artistas ligados a Chile: Sebastián Mejía, Benjamín Ossa y Francisco Rodríguez.

Desde que Picasso aseguró que “todo acto de creación tiene algo de destrucción” y diseccionó las figuras de “Las señoritas de Avignon” (1907) en distintos planos y ángulos, el arte no ha sido el mismo. Para algunos, las artes visuales han vivido un inevitable proceso de fragmentación y decadencia; para otros, estos cien años han sido un estimulante camino de descubrimiento e innovación.

En este panorama artístico, clasificar o jerarquizar el arte actual no es tarea fácil, pero hay propuestas, como el nuevo libro “Prime”, que dirige su mirada a los artistas jóvenes y destacados de distintos países del orbe. Lo edita la editorial Phaidon, que nació en Austria y desde 1923 realiza publicaciones sobre distintas artes creativas.

Los dueños de Phaidon dejaron Viena cuando llegaron los nazis y se trasladaron a Londres. Allí se produjo un encuentro casual que daría lugar a un gran batatazo editorial de Phaidon. En 1950 uno de sus dueños se encontró en un autobús londinense con Ernst Gombrich, estudioso del arte y antiguo compañero de curso. Del diálogo con Gombrich surgió la idea de una historia del arte en un solo volumen, de lenguaje amigable y no abstruso. “La historia del arte” de Gombrich ha vendido más de 8 millones de ejemplares, fijando un parámetro de calidad en los libros de sello. Sobre arte actual, Phaidon ha realizado las series de libro “Cream” (entre 1998 y 2010) y “Vitamin” (desde 2002) . Pero desde hace 10 años que no elaboraba una selección como la que ofrece “Prime: the next art’s generation”, cuyo trabajo de recopilación comenzó hace dos años. La publicación se lanzó en Nueva York —coincidiendo con la feria de arte Frieze— e incluye 107 artistas emergentes nacidos desde 1980. Todos ellos fueron nominados y comentados por expertos y críticos del arte, también menores de 40 años.

El resultado, según la revista cultural Elephant, constituye “un amplio y perspicaz estudio sobre quienes definen el futuro del mundo del arte”. A juicio de The Arts Newspaper, “allí están las figuras del futuro”. Como toda selección, es compleja y discutible, pero permite avistar tendencias significativas en la creación actual.

“Es una generación que encapsula una sensibilidad cultural que comparte el hecho de haber nacido con internet y haber crecido junto a la expansión de las redes sociales”, explica Simon Hunegs, director editorial de “Prime”, sobre el lazo que une a estos artistas, quienes, a su juicio, “van a continuar figurando en bienales, trienales y grandes exposiciones de los próximos años”.

Los 107 creadores en que profundiza “Prime”fueron elegidos por decenas de expertos y curadores del arte, nacidos tras 1980, que proceden de instituciones como el ESPAC (Ciudad de México); MoMA (Nueva York), Studio Museum in Harlem (Nueva York), Tai Kwun Contemporary (Hong Kong), Tate Modern (Londres), Whitechapel Gallery (Londres), Whitney Museum (Nueva York), y X Museum (Beijing).

Cada nominador aportó 20 nombres, lo que generó una lista de alrededor de 700 artistas, que fue analizada por un comité editorial, hasta llegar al número final de 107 creadores. El análisis de su obra artística también estuvo cargo de especialistas que normalmente no conocen a sus reseñados. La lista completa de nominadores aparece al inicio del

Problemáticas como el cambio climático, el colonialismo, y temáticas de género son ámbitos en que coinciden muchas creaciones. Temas que son tratados en un espectro amplio de técnicas y formatos, desde el video hasta la performance, aunque aparece como una tendencia recurrente los retratos figurativos, individuales o grupales, que buscan capturar los rostros de distintas idiosincrasias, minorías étnicas y poblaciones. Tarea que emprenden artistas como Joy Labinjo, Toyin Ojih Odutola y Amoako Boafo. Este último pinta con sus dedos la piel de sus retratados, lo que le da una especial textura a losrostros. La lituana Lina Lapelyte, junto a otros artistas, encarna al polo opuesto del pintor tradicional. La artista se mueve entre la instalación, la performance, el video y la música. Fue una de las autoras de la premiada instalación “Sun & Sea” en la 58ª Bienal de Venecia, la recreación de una playa con sus veraneantes, donde la óperay la músicajugaban un particular rol.

Estos dos polos conviven en “Prime”. Y en cuanto al origen geográfico de los artistas, es diverso, pero llama la atención la presencia de varios artistas del mundo árabe (Kuwait, Irán, Jordania y Marruecos), de África (Ghana, Zimbabue, Nigeria, Sudáfrica) y del Caribe. Asimismo, entre los 107 seleccionados figuran el artista chileno Francisco Rodríguez, el fotógrafo que vive en Santiago Sebastián Mejía y el creador nacional Benjamín Ossa.

El chileno Francisco Rodríguez (1989) ejemplifica la vida de muchos creadores que aparecen en “Prime”: una generación cosmopolita, conectada a galerías, artistas y curadores de distintas partes del mundo y que se establece en los grandes centros de producción y comercialización del arte —como Nueva York, Berlín, Los Angeles y Londres—, sin perder conexión con sus raíces.

Rodríguez trabaja desde hace ocho años en Londres, tras estudiar en la Slade School of Fine Art y en noviembre expondrá sus obras en Beijing, en la galería White Space. “Estoy terminando una exposición individual sobre Santiago y mis recuerdos de adolescente en los terrenos baldíos de Macul, que llevaré a China”, explica.

“Los artistas incluidos en la recopilación somos muy diferentes y heterogéneos, ahí es donde radica la riqueza del libro. Pero hay algo que nos une,y es que estamos produciendo en la era de las redes sociales. Muchos de nosotros no nos conocemos en persona, pero conocíamos nuestras obras desde hace años y eso, de manera inevitable, hace que nos influenciemos inconscientemente”, agrega Benjamín Ossa (1958). El artista vive y trabaja en Santiago, pero mantiene conexiones con galerías en Argentina, París y Panamá.

Las creacionesde Ossa utiliza la luz como principal elemento, con la que activaestructuras, imágenes e intervenciones, en un trabajo que alude al cuerpo humano, el tiempo y el espacio. Sus obras muestran cómo “la luz pueda ser manipulada al mismo tiempo que erosiona su propia función”, según escriben en el libro Hanna Noorali y Lynton Talbot. “Ellos describen de manera certera mi trabajo y expresan ideas respecto de la luz que abren caminos hacia otras perspectivas. Someter mi obraa otros contextos culturales y personas es algo muy significativo para mí”, señala el artista.

—nacido en Perú— Sebastián Mejía (1982), quien vive en Santiago. Se define como un “fotógrafo enfocado en el paisaje urbano latinoamericano. Parte de mi trabajo es tradicional, en el uso de herramientas análogas, pero también actual al relacionarse con prácticas artísticas contemporáneas”. Mejía es autor de una serie sobre palmas en Santiago, de donde extrae conceptos
como la sobrevivencia y el paso del tiempo. Comenta que “ser parte de esta publicación es un gran logro, los libros de esta editorial han sido un referente desde que empecé. Hoy existe mucho material impreso, pero el alcance de Phaidon es incomparable”.

Francisco Rodríguez trabaja principalmente con pintura y dibujo. “Me interesa pintar Chile, todo mi trabajo se ve atravesado por la representación de mis recuerdos creciendo en Macul, de donde es mi familia. Busco representar la sensación de aridez, de cemento, la cordillera, los atardeceres de verano, el olor de las calles, pero también sensaciones universales de soledad, violencia, cariño o miedo”, explica Rodríguez, cuya pintura conjuga lo local y lo global, como buen hijo de su tiempo.